Lunes Maldito
¡Ay! con lo bien que me lo estaba pasando yo este finde... (y curiosidades planetarias varias)

jueves, diciembre 13, 2007

[Otium] Juegos de física


¡Ay! La ciencia avanza que es una barbaridad, al menos la de consumo. Cuan lejos nos queda a todos el "Pong" (1972, buena generación), el primer videojuego de la historia. Aún tengo la consola con los mandos de ruedecitas para subir y bajar los palotes y hacer rebotar el cuadradito con más o menos ángulo. Ya estamos hablando de principios físicos básicos; incidencias de ángulos y velocidades.

Hoy en día la física de partículas es un terreno de batalla no sólo en el desarrollo de animaciones CGI sino también en los videojuegos. Uno de los juegos en los que más me sorprendió la calidad de la física implementada fue en el" Half-Life" (motor que se usaría para al famoso online "Counter-Strike"), uno de los pocos juegos en el que el prota es un científico, mira tú por donde.

Una buena física implementada da más sensación de realidad y permite al jugador una inmersión mayor en el videojuego. Un error fatal, por ejemplo, es la mala interacción entre objetos, que los personajes metan alguna de las partes de su cuerpo en las paredes queda fatal.
Como ejemplo de hiperrealismo en las últimas generaciones de consolas tenemos al espectacular e inmersivo "Assasin's Creed", del que os dejo un video de la demo (sí, sí, es un tío jugando, no una intro prerenderizada) del E3.






Pero a lo que yo iba, muy lejos de la potencia de la PS3, es a los jueguecitos de física que corren por la red, en formato Flash gran parte de ellos.

El primero me recuerda mucho, pero que mucho, al "Creador de Física" que comenté ya un día: es el "Crayon Physics" (es un EXE) de Kloonigames, un tío que se casca juegecitos cada semana.


La mecánica es sencilla: debes hacer llegar la pelotita roja hasta la estrella en cada pantalla, dibujando tablas y bloques que interactuarán ayudados por la gravedad. Muy chulo y aunque sencillo en cuanto a idea, complicado de resolver.

Otro más sencillo es este de equilibrar masas en una balanza, es más prueba y error que otra cosa: el "Mass Attack" (link del juego en Flash).

Y para acabar este divertidísimo "Sola Rola", donde únicamente haciendo girar los laberintos, debes llevar a los protas (dos bolitas azul y roja de diferentes tamaños) hasta su destino.

Ale, a jugar un ratillo.

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martes, diciembre 11, 2007

[CIYOMU] La cucharilla y el cava

Ahora que se acercan festividades pantagruélicas, de obligado regadas abundantemente por vino y cava (a veces es la única manera de soportarlas), es el momento de comentar otro de esos extraños actos humanos que seguro tendremos el placer de contemplar en breve: ponerle una cucharilla de postre a una botella de cava sin terminar.


De pequeño siempre me había fascinado esta curiosa forma de "retaponar" la botella. Me parecía divertido y ligeramente exótico. Después elegí la rama científico-técnica en mis estudios y unos cuantos años después me gradué como ingeniero. Ahí queda el curriculum.

El caso es que en tan señaladas festividades, en que todo se quiere compartir con alegría (da igual lo puteado que puedas estar, con la hipoteca, el curro, los transportes públicos y las abuelas que se cuelan en el mercado; has de estar contento porque es la semana de Navidad) tu pareja (si la hay) te invita feliz a comer el día de Navidad con su familia. Bueno, de hecho no te invita, ya ha contado contigo, se limita a informarte:

- Mejor que vayamos un poco antes para ayudar a mi madre con los preparativos -suelta.
- ¿Preparativos de qué?
- De la comida.
- ¿De la comida de qué?
- De la comida de Navidad, tonto.

Y quieres seguir preguntando por qué tienes que ir, pero en ese momento te callas y empiezas a buscar alguna excusa. Y hay una muy buena.

- Es que cada año hemos celebrado la Navidad en casa y se me haría raro.
- Bueno, pues para Sant Esteve.

Y ahí ya no puedes decir nada más si no quieres quedar como un cretino, así que dejas caer una preguntilla inocente, como de pasada, como que no te importa demasiado la respuesta.

- Y.... ¿quién habrá?
- Pues casi toda la familia.

Pero tu lo has oído en mayúsculas: "La Familia", rollo El Padrino.

Así que para Sant Esteve te ves rodeado de cerca de una veintena de familiares que ni conoces ni querías conocer, todos muy felices y besucones. Y Don Corleone no está, pero sí una figura similar, un tío sabelotodo, un "setciencies" jocosón él, que se pasa toda la velada explicando las exóticas y alternativas vacaciones en Tailandia que tan baratas le salieron porque conoció a nosequién en el Casino cuyo cuñado preparaba viajes "de aventura"; que si el Mercedes le ha salido a mitad de precio porque se lo ha comprado a un socio de yoquesé; o las beneficiosas inversiones en bolsa gracias a una tirada del Tarot de una hechicera gitana que conoció tras salvarle la vida a su nieto secuestrado por unos extraterrestres. Vamos, un chollo de ser humano; si todo eso fuese verdad. Que se ve a kilómetros que miente como un cosaco, pero al parecer eres tú el único que se da cuenta. El resto de "La Familia" está encantada y le ríe todas las gracias que ya te sabías desde los 5 años (y que sólo a esa edad te hacían reír).
En fin.

El caso es que después de yantar, de haber vaciado varias botellas, de poner el CD de villancicos y forzar las ya inelásticas paredes del estómago con turrón del pueblo de la yaya (es el mejor del mundo, riéte tu del de Jijona), llega el momento de recoger. El Padrino es el primero que se levanta a ayudar a la yaya con un gesto condescendiente que te hace sentir como el culo, y es en ese mismo momento cuando suelta su perla de sabiduría número 78 de la velada:

- Yaya, ponle una cucharita a la botella que ha sobrado para que no se escape el gas.

Todos asienten convencidos, "oh sí, sí, es verdad, claro" y tú te quedas pensativo, con tu vena científico-racional chillándote que el tío ese se acaba de cagar en Boyle y a nadie parece importarle, pero a la vez, y esto es lo peor, evaluando la posibilidad de que una mísera cucharita de postre sea capaz de evitar que escape el gas, como si el tapón crease una barrera mágica, ya que el muy bellaco te ha hecho dudar y todo de la física de gases!

Por supuesto vence el orgullo científico y sueltas como de pasada y tratando de ser de ayuda:


- En realidad lo que evita que se escape el gas no es la cucharita, es que enfrías el cava en la nevera. Pero bueno, escaparse se escapa de todas formas, así que mejor si le pones un tapón y listos.

¿Sabéis en las pelis del oeste, cuando irrumpe en el jolgorio del salón un tipo malcarado y se hace un silencio sepulcral de golpe? Pues eso. La Familia te mira como si hubieses blasfemado, alarmados, hasta el CD de villancicos se raya y queda todo en silencio. El tío Padrino, paralizado con los platos en la mano, te lanza una mirada a la que le distingues un destello rojizo, rollo Terminator, y te argumenta con voz gélida:

- Obviamente, chaval. La cuchara colgada dentro del cuello de la botella sólo funciona como un conductor del calor, así que si es de plata mejor. Lo que ocurre en realidad es que el aire caliente exterior que se introduce dentro de la botella abierta y medio vacía sale más deprisa y, así, el resto del espumoso se vuelve a enfriar más rápidamente en la nevera. Y como el anhídrido carbónico se mantiene mucho mejor ligado en los líquidos fríos, el resultado es que el cava sigue estando fresco y burbujeante al día siguiente.

Y el muy carbón te vuelve a hacer dudar, pero ya puestos, como el maldito cava te ha dado confianza en ti mismo, rematas la velada:


- Con todos mis respetos, pero eso es una solemne tontería. Eso de la cucharita es una estupidez sin ninguna base científica. En 1995 el Comité Interprofesional del Vino de Champaña realizó varios experimentos para comprobar la validez de la teoría de la puta cucharita y se comprobó que no tiene el más mínimo efecto. No entiendo como todavía nadie puede seguir manteniendo ese ridículo mito.

Vale, no te has convertido en el rey de la fiesta, pero te has quedado más ancho que largo y si algo has conseguido, es no tener que volver a soportar al tío sabelotodo nunca, pero nunca más, ya que has pasado a ser persona 'non grata' para "La Familia".


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