IKEA Maldita - Tortura a las Plantas

Quizá algunos consideren excesivo el titular, pero ya he descubierto por qué se mueren las plantas de IKEA a la semana de haberlas comprado.

¿No os ha pasado nunca? A mi sí, un par de veces hasta que desistí:

Yo las regaba, las situaba en lugares luminosos (pero no sol directo) y demás advertencias clásicas de las plantitas de interior, pero nada.
"Estoy maldito" me decía tirando a la basura una planta más que reseca y muerta como si hiciese 100 años desde la última vez que fuese regada.

Tras tirarte 2 horas mínimo dando vueltas por IKEA llegas a la última etapa: las plantas. Las ves tan verdes y brillantes bajo los tubos fluorescentes que te entran ganas de llevártelas todas, aunque terminas pillando una pequeñita "para la cocina, que así le da vida".

Lo que no sabemos los no iniciados en el mundo de la jardinería, es que esas plantas morirán sin remedio abrasadas bajo la luz solar, aunque sea indirecta, acostumbradas ellas desde ser pequeños brotes a la única luz artificial de los almacenes-criadero donde las tienen confinadas, pobres.

NUNCA han recibido luz solar, por lo que han sacado fuerzas de flaqueza para sobrevivir bajo ténue luz artificial y así están ellas de fermosas. Ahora, sácalas a la luz del día y será como si sacaras a un infante albino que ha vivido toda su vida en una cueva y lo pones bajo el sol de julio: se quemará.

Y eso es lo que les pasa a estas plantas.

La información me llegó por un comentario casual de una amiga profesional de la jardinería (trabaja en un Garden Center desde casi siempre) mientras se miraba a las plantitas con pena. "Si a estas las sacas de aquí se morirán" -dijo como un simple apunte, resolviendo para mí un Gran Misterio Sin Resolver del día a día.

Que IKEA lo haga a propósito o no, eso ya no lo sé. Pero que lo sabe, está claro.